Muchas veces nos ilusionamos con el pensamiento mágico de que las cosas cambiarán aunque yo no mueva un dedo. No suele funcionar…
Tenemos una cantidad extraordinaria de comportamientos automáticos que en ocasiones nos protegen y otras veces no tanto. Alterar una rutina sencilla se convierte con facilidad en un proyecto complejo que deriva en algo inabordable provocando que desistamos en nuestro empeño. La consecuencia es que «la vida sigue igual», como decía la canción.
Así que anhelamos con frecuencia vivir de otra manera, que nos ocurran otras cosas, pero no hacemos lo suficiente para provocarlo. Si sigues haciendo lo mismo quedas a expensas de la suerte o de lo que hagan los demás. Si necesitas resultados diferentes algo tendrás que cambiar por tu parte.
En este vídeo proporciono algunas claves sobre el cambio de hábitos: